La celebración del Día de Muertos, es la tradición más representativa de los mexicanos, producto del sincretismo religioso en una combinación de la ideología y costumbres de culturas mesoamericanas, con las creencias religiosas europeas que llegaron con la colonización. Los altares y ofrendas conservan todavía una enorme similitud, en elementos simbólicos y estéticos, con los del Tlamanalli, palabra de origen náhuatl que significa La Ofrenda. Actualmente, esas manifestaciones siguen realizándose por grupos de danzantes que aún guardan la tradición de los pueblos originarios; este aprendizaje lo podemos observar en la representación de danzas que se remontan a ese pasado, a través de celebración de ceremonias rítmicas llenas de simbolismos. La ofrenda que representa el grupo de danza, In Calli Ocelotl Tzompanco, que significa dentro de la casa del Jaguar del muro de calaveras, ilustra los cuatro rumbos cósmicos; el oriente, el poniente, norte y sur, en cada punto se localiza su regent